10/9/14

Poema de Isabel Llorca Bosco

  
SIN TECHO

En la azotea
el cielo iba cerrándose.
Desde su edén de lata, los geranios
subían del rosado al rojo intenso
y en los centros apretados se posaban
mariposas oscuras;
geranios pensamiento, les decían,
ya no se acuerda bien.
En el aire
la guirnalda de las voces familiares.
Y saber que con ninguno
iba a poder hablar:
ni con la muchacha,
ni con la vecina,
ni con el capellán siquiera.
En inglés o en francés, a lo mejor,
habría palabras.
Y todas las historias de amor que le habían contado
en la penumbra del secreto
ascendían con el olor tan suave y triste
del jazmín del país.
Y el del pescado frito de la cena,
que alguien estaba preparando.
En el calor
cruzaban ráfagas de tabaco y de vino,
como si fueran privilegios de los grandes,
de los hombres, los fuertes.
Se abrían las estrellas, las ventanas y los televisores;
las llaves y los ruidos del regreso.
Y el pasado, desde el recuerdo de los otros,
llegando como un carruaje.
Volvían las historias
con mucho de tragedia y de belleza
(como una crucifixión renacentista)
y en su insaciable afán de repetirse,
relatos la miraban
hasta volverla espejo.
La pollera fruncida seguía levantándose.
Las voces y las luces
tendían una red
para un salto mortal:
las cercanas distancias del verano.
En la terraza,
perseguida y sola,
con todo el peso de la noche encima,
medio pie en el vacío.
Entraban las uñas
en el terciopelo de la hoja,
y algo pegajoso era libado.
En la pesadilla,
el miedo de no estar sola en la oscuridad,
y de no ser tan chica
para el día del Juicio.

© Isabel Llorca Bosco

11 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

una mixtura exquisita une imágenes y emociones. bello. susana zazzetti.

10 de septiembre de 2014, 14:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

en la penumbra del secreto. Tus poemas siempre tienen ese no se qué conquistador. Cada imagen nos late ante los ojos y siempre una parte de los versos quedo en el corazón.
Un abrazo Isabel

Lily Chavez

11 de septiembre de 2014, 19:01  
Blogger sacanueces ha dicho...

me gustó mucho este texto!
siento la voz de una niña interna que habla no ya desde el recuerdo sino de la revivencia de los estados sensibles del alma, con una mirada trágica y melancólica… belleza sin igual!
gracias por compartirlo, besos, francisco

14 de septiembre de 2014, 11:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

hermosas todas las imágenes!
gracias

norma starke

14 de septiembre de 2014, 12:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un regocijo para el alma leerte! Intenso y bello este poema.
Cariños.
Alicia Corrado Mélin

14 de septiembre de 2014, 13:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un poema inmensamente rico en palabras ,imágenes y un sentir algo del pasado de uno que se repite siempre

maria elena tolosa

14 de septiembre de 2014, 16:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Querida Isa, sabiduría en las palabras de María Elena....y a pesar de dolores y traumas vividos y con ellos, la palabra poética que acompaña a la niña perseguida y sola hasta alumbrar sus noches y transmutarlas, abrazo gigante, María Chapp

14 de septiembre de 2014, 18:21  
Blogger Adriana ha dicho...

Mientras tengamos la palabra, no estaremos solos, porque a través de ella hablan el presente y el pasado, e iniciamos el diálogo con el porvenir. Hermoso poema, atravesado por la melancolía y la ternura. Me gustó mucho. Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)

15 de septiembre de 2014, 10:00  
Anonymous Anónimo ha dicho...

ISABEL, Tiene tanto tu poema, en una riqueza de lenguaje para una historia con imágenes, aromas, misterio, miedo y por si fuera poco
con total musicalidad.¡maestra!
saludos
Anahí Duzevich Bezoz

16 de septiembre de 2014, 21:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Profundo poema Isabel, me gustó mucho. Un beso! Dolores Pombo

25 de septiembre de 2014, 0:24  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Como siempre tus poemas tienen la capacidad de trasladarme hacia un espacio o tiempo indefinido. Las letras se "huelen", se "miran", hasta se podrían "tocar"...Se siente una profunda melancolía, algo de soledad en el camino, algo de la necesidad de repetición, el aire de la noche y algo del miedo.
Bello Isabel tu poema. Bellas son las sensaciones que despierta y que permanecen, en mí.
Besos
Hilda Díaz

29 de septiembre de 2014, 19:49  

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