Poema de Mónica Angelino
cae la baba
hay huesos
que el hambre
no puede roer.
© Mónica Angelino
Más de la autora en la primer parte del blog:
entrada de Gustavo Tisocco a las
20:17
20/12/13
Firmar el libro de visitas
Leer mi libro de visitas
Entradas anteriores
- Poema de Oscar Perdigón
- Poema de Carolyn Riquelme
- Poema de Verónica Peñaloza
- Poema de Rubén Gómez
- Poema de Claudia Ainchil
- Poema de Lidia Cristina Carrizo
- Poema de Rita Kratsman
- Poema de Mónica Fazzini
- Haiku de Lía Miersch
- Poema de Ivana Szac
Suscribirse a
Entradas [Atom]
11 comentarios:
que fuerte mensaje social tienen sus palabras. Hermoso y doloroso a la vez.
bueno... tremendo y bello! que contraste...
gracias por compartirlo, francisco
Tremendo y diáfano, tu breve poema, un enorme abrazo, Mónica, María Chapp
amiga querida, todo dicho en esa brevedad que es piedra sobre el cristal. Besos, te extraño
Lily Chavez
El hambre roe el alma más que los huesos. Imprescindible.
Tremendo Monica, gracias por compartir tu poesía.
Beso enorme.
Laura Soledad Romero
La contundencia implacable de lo breve. Magnífico texto, amiga.
Claudio Simiz
Hola querida Mónica: Sí,el dolor del mundo, todo el dolor del mundo está en tu poema, en tu recordatorio de que en estas fiestas hay gente que no tiene ni lo más elemental.
¡Un gran y doloroso poema, necesario! Con un beso grande Irene Marks
La realidad del mundo. Duele.
Besos amiga!!
epigramático, esencial. Abrazo PAOLANTONIO
Mónica,¡quë buen poema! No existe mejor manera de decirlo:
"...hay huesos
que el hambre
no puede roer"
Un abrazo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio