24/7/12

Poema de Raúl Feroglio


DESENCORDÉ LA VIOLA

Los pájaros no cesan
por más otoño que se funda en el ceibo
por más crepitaciones que murmuren las suelas
por desoladas que silben
las veredas y los fresnos
Nadie cesa ante nada.
No hay muerte ni desamor que valga
ni la traición ni la desidia
mellan la corteza del agua
La prisa que urge ciertos párpados
no altera el paisaje
La palabra declamada en ocasión de fiesta
seca, sin eco, cayó muerta.

Desencordé la viola
la tapé con una manta de silencio
roja.
Y en ese trance, crítico, frutal,
Reinauguré la alegría.

© Raúl Feroglio

3 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Hermoso poema, siempre me llega tu poesía...y me encantó lo de "la prisa que urge ciertos párpados..." y el ceibo que para mí es un árbol maravilloso en esa imagen elegida por Gus. Felicitaciones Raúl!

Lily Chavez

24 de julio de 2012, 11:46  
Blogger Marta Ortiz ha dicho...

la vida no cesa aunque nos parezca que el mundo deberia detenerse, este poema me remite a aquel reclamo de Auden en Paren los relojes: "No precisamos estrellas ahora... /Apaguenlas todas / Envuelvan la luna /desarmen el sol..."
La alegría, nos guste o no, cualquiera sea el trance que nos deja mudos y vacíos, vuelve a inaugurarse y ese trance quedó muy bien reflejado en los pájaros que siguen cantando y el otoño crepitando y tantas señales más. Muy buen poema. Saludos, Marta Ortiz

24 de julio de 2012, 13:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Raúl: la inagotable fuerza de la vida fluye en tu poema como una catarata de imágenes desde lo personal y lo universal.Los últimos dos versos parecen remitir al Himno a la Alegría de Beethoven, con su energía celebratoria, pese a todo lo enumerado anteriormente.
Un poema maravilloso Irene Marks

27 de julio de 2012, 11:26  

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